Reseña Plan Lector Junio

A principios del siglo XVII, un hidalgo de la Mancha pierde el juicio producto de tanto leer las historias de gigantes, batallas, princesas y guerreros que relatan los libros de caballerías. Decide hacerse caballero andante y echarse a los caminos con el nombre de don Quijote para imponer el reino del bien en el mundo. Cubierto con una armadura de sus bisabuelos y acompañado por el ingenuo Sancho Panza, don Quijote recorre media España en busca de malvados a los que derrotar y de viudas y huérfanos a los que socorrer. Pero su viaje no es más que una secuencia de locuras que provocan el asombro y la burla de quienes las contemplan y la diversión y la risa de quienes las leemos. Don Quijote confunde los molinos con gigantes, arremete contra un rebaño tomándolo por un ejército enemigo, libera a unos peligrosos delincuentes    y cree volar por el cielo montado en un caballo de madera. Pero, a pesar de todos sus disparates, el hidalgo consigue la adhesión del lector y despierta su, porque sus ideales de justicia son propios de un corazón noble y sus palabras revelan a menudo una envidiable lucidez. Soñador o simple loco, don Alonso Quijano se lanza a la aventura en un afán por devolverle al mundo los ideales que se han perdido por culpa del materialismo y del egoísmo; cae una y otra vez, pero vuelve a levantarse en busca de su sueño imposible. Sellos institucionales del respeto y la resiliencia.

 

 

 

 

 

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¿Por qué algunos logran convertirse en millonarios mientras otros sólo sueñan con llegar a conseguirlo algún día? ¿Es que un millonario trabaja el doble que el resto de los mortales? ¿O es más inteligente o ha recibido una mejor educación? Para ser millonario es importante creer que existe un secreto. Esta es la primera enseñanza que recibe el joven protagonista de esta historia cuando, en busca de la riqueza, visita a un viejo millonario que se dedica al cultivo de las rosas. Una de las características del secreto es su misma simplicidad, otra es la profunda convicción de que su conocimiento llevará inevitablemente a la posesión de la riqueza. Pero esto no es suficiente y la felicidad y la armonía interior también formarán parte del proceso. A partir de su encuentro con el Millonario Instantáneo, el joven comprende por qué, a pesar de sus esfuerzos, ha obtenido resultados tan mediocres en su vida, y se da cuenta de cómo tiene que enfocarla en el futuro para que eso cambie. El lector también podrá hacer el mismo camino y aprender el secreto y las técnicas que revela el viejo millonario a todo aquel que quiera cambiar su situación financiera y alcanzar además el equilibrio interior. Después de todo, lo que verdaderamente le ha importado en su vida ha sido poder demostrar a los hombres de poca fe el extraordinario poder de nuestras facultades mentales.'

– Trabajar esforzadamente no hace ricas a las personas. Alguien que gana diez veces más que otro, no trabaja diez veces más, sino que trabaja de manera diferente.

 

– La mayoría de personas tiene miedo a pedir las cosas que desean y cuando finalmente se deciden a hacerlo, no insisten lo suficiente.

 

– Si quieres ser millonario pregúntate seriamente: «¿Por qué todavía no soy rico?»

 

– Asegúrate de que te guste lo que haces para ganarte la vida. Todos los millonarios aman lo que hacen y disfrutan haciéndolo.

 

– Debes creer que puedes hacerte rico para poder serlo. Además, debes desearlo apasionadamente.

 

– Los ricos emplean el dinero de los demás para hacer sus fortunas. No se necesita dinero propio para hacer dinero.

 

– Escribe la cantidad de dinero que deseas y cuando lo conseguirás. Todos los millonarios se hacen ricos en el momento en que se fijan una cantidad y una fecha límite para conseguirlo.

 

– Debes pedir exactamente aquello que quieres. Si el pedido es confuso, aquello que recibirás también será poco claro. Si pides el mínimo recibirás el mínimo. La vida quiere saber qué es exactamente lo que esperas de ella. Responde la pregunta: «¿Cuánto deseas ganar el año que viene?»

 

– Las circunstancias externas en realidad no tienen demasiada importancia. Todos los hechos de tu vida son el reflejo de tus pensamientos. De manera que si deseas cambiar tu vida debes comenzar por cambiar tus pensamientos.

 

– Tu autoimagen (lo que crees que vales) determina aquello que puedes lograr. Si deseas mejorar tu vida debes ampliar tus límites mentales. Las mayores limitaciones de las personas son mentales. Tu autoimagen se convierte en tu destino.

 

– Debes creer que te convertirás en millonario. La única manera de tener fe es a través de la repetición de las palabras que convenzan a nuestro inconsciente de que podemos lograr lo que deseamos. Esta técnica se conoce como autosugestión.

 

– Repite 50 veces cada día y noche : «Este año aumentaré mis ingresos en (cantidad de dinero) y ganaré (cantidad de dinero).»

 

– No permitas que te paralice el miedo que le impide a tanta gente la realización de sus sueños. No debes vacilar en dar los pasos necesarios para alcanzar tu meta.

 

– La manera de tener fe es a través de las repetición. Necesitamos autosugestionarnos a través de afirmaciones positivas que convenzan a nuestro inconsciente.

 

– El dinero es un sirviente magnífico pero un amo tiránico. La búsqueda de dinero no debe hacernos perder la felicidad.

 

– No tienes toda la vida. ¡Haz ahora! Vivimos como si no fueramos a morir nunca y esto es un grave error.

 

– Nunca dejes que tus miedos sean más grandes que tus sueños.

 

– Si mañana fueras millonario, ¿seguirías haciendo lo mismo que haces ahora?

 

– Escribe con todo detalle qué deseas de la vida. Cada pensamiento expresado tiende a convertirse en realidad.

 

– La concentración de la mente en el presente es uno de los secretos de los millonarios.

 

– Confía en que lo vas a lograr. ¿Vas a ser millonario?

 

– Si sólo tuvieras una hora para conseguir 10.000 euros, ¿qué harías?

 

– Conseguir dinero no tiene por qué ser difícil.

 

– No guardes el dinero por miedo. Quien guarda el dinero que ha recibido no merece tener más y es poco probable que consiga más. «El dinero debe circular libremente para que pueda multiplicarse», dice la ley de la abundancia.